martes, 14 de octubre de 2008

Una posición crítica

Introducción
Difundimos una ponencia del Arq Horacio Berretta a ser presentada en el marco del "3er Seminario Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Hábitat Popular" organizado por AVE, CEVE, UCC-FA, Universidad Nacional de Córdoba-FAUDI. Fecha del encuentro: 5, 6 y 7 de noviembre de 2008. El artículo analiza críticamente algunos aspectos de las políticas públicas en CyT.

El Arq. Berretta es Investigador Superior del CONICET, Presidente Honorario de AVE (Asociación de Vivienda Económica) y un referente en nuestro país y Latinoamérica en investigación, desarrollo y aplicación de tecnologías y materiales en el campo de la vivienda social.


Una posición crítica sobre políticas públicas en CyT

A continuación, el artículo del Arq. Berretta:

“El desorden mundial al que hemos llegado…¿Nos ayudará a librarnos del gigantismo y la violencia o nos conducirá más a la destrucción y el caos? ¿Vamos a seguir aferrándonos a un estilo de vida que vacía al mundo y devasta a la naturaleza, o vamos a emplear la creatividad de la ciencia y la tecnología bajo el control de la sabiduría, dentro de las leyes inalterables del universo para alentar las más altas aspiraciones de la naturaleza humana?” (Fritz Schumacher).

La llamada “crisis del agro” ha servido, entre otras cosas, para poner de relieve tradicionales falencias que se dan en un país como el nuestro, inmensamente rico en todo tipo de recursos, pero que continúa ignorando el inapreciable valor de la planificación integral: económico-social y del espacio, como medio idóneo para generar y repartir riqueza, con creatividad y justicia.

Tradicionalmente las políticas públicas, lejos de esta visión de organizar racionalmente y con creatividad el futuro del país, han transitado por una persistente improvisación a través de planes sectoriales instrumentados en compartimentos estancos, operatorias dispares, sucesión discontinua de decretos y cambios según el partido político de turno, careciendo de una visión de Estado, ordenadora de mediano y largo alcance, confundiéndose “objetivos” con “buenas intenciones de momento”…por parte de políticos y profesionales ávidos de poder…

Como resultado de esta política capitalista liberal, vamos sucesivamente hipotecando suelo y subsuelo, destruyendo y enajenando la infraestructura básica, como nuestra red ferroviaria (minimizada por la ingenua visión de instalar un “tren bala” para “saltar a la modernidad”), la entrega de nuestras industrias de base, el deterioro de la red hospitalaria y educativa, la “sojización” creciente de nuestro campo, el achicamiento de la producción cárnica y lechera y sus innumerables derivados, la depredación de bosques, la contaminación de ríos y la explotación minera a cielo abierto,…con la consabida destrucción del medio ambiente, el desalojo de la tierra de sus dueños originarios, disminución de la vivienda social, etc, etc, favoreciendo una creciente marginación de los sectores más débiles de la población.

No obstante, hoy, una nueva visión emancipadora e integradora bulle tanto en nuestro país como en toda América Latina, por lo que parece imprescindible salir de los moldes tradicionalmente conservadores para enfrentar con apasionamiento el mundo por venir…construyendo una utopía posible en el marco de la epopeya liberadora de nuestros pueblos.

Con esta visión me permito señalar la importancia de una afirmación como la ofrecida por Arnold Toynbee, mostrando que el mayor aporte a la civilización de nuestra época ha sido constatar que “los pobres han descubierto que su suerte puede y debe cambiar”, marcando un vigoroso pero arduo camino a sustentar en el tiempo y el espacio…

Por todo ello, creo que en la participación del sector de CyT en cambios que se avizoran se sitúa lo que nos toca realizar y que podemos imaginar, a grandes rasgos, a partir de la reciente creación del Ministerio de CyT, la persistencia en los reclamos del Grupo de Gestión de Políticas de Estado en CyT, y la tarea pionera de diversos grupos y centros tendiendo a transformar un sistema diseñado con patrones excesivamente tomados del exterior (“exo-generado”) y fuertemente centrado sobre sí (“endo-dirigido”), como lo señalara el sociólogo Francisco Suárez.

Así, para ser coherentes con esta traza innovadora, agrego algunas reflexiones sobre lo que creo debería ser el rol de CyT y en particular del CONICET, para responder a necesidades actuales insoslayables.

Para ello, en primer lugar parecería imprescindible que la formación de nuestros investigadores y técnicos no sea neutra ni funcional al sistema liberal capitalista vigente. Se trata de implementar un “ejército de investigadores comprometidos con la vida” (1) y el “desarrollo de todo el hombre y todos los hombres” (2), con un ojo presente en su creativa tarea específica y el otro en el compromiso con el medio en que estamos metidos.

En segundo lugar deberíamos enfatizar, más allá del conocimiento académico y de gabinete, al conocimiento práctico propio del técnico y el tecnólogo, entrenados en la solución de problemas concretos (concreto: mezcla compleja), justo en momentos en que además de ser poseedores de materia prima, podemos afianzar la necesaria creatividad para contribuir a desarrollar la incipiente industria de transformación de la importantísima producción del campo (3) y ampliar la producción industrial, al margen de política partidaria y clientelista, afirmando nuestra mayor riqueza: la población, compuesta en gran parte por millones de hombres y jóvenes marginados y a la espera.

Sin embargo, “Tenemos que el 63 % de las importaciones, que ingresaron a nuestro país en los primeros cinco meses del año 2008 corresponden a sectores en los que existe capacidad instalada para la producción nacional. Y ese 63 % corresponde a la friolera de 14.474 millones de dólares” (4), que son girados al exterior.

Hay que rectificar nuestra tarea, allí donde es necesario, para que no sea una “aspirineta”, o nuevas formas de avanzar de manera individualista en la carrera de investigador, en búsqueda de títulos académicos, y producción de “papers” a publicar en el exterior “según cánones impuestos desde los centros del poder mundial” (5) que, en gran medida sirven para beneficiar a los países ricos del Norte (6), distrayéndonos del problema central de compromiso y justicia con que hoy se nos requiere.

En tanto en el mundo y nuestro país crece una brecha casi insalvable entre pobreza y riqueza, por lo que debemos contribuir con nuestros aportes a la reorientación social, económica, cultural y política, con visión crítica y constructiva, pero desde una acción efectiva de cambio…Nuestro compromiso no puede culminar sólo en el estudio y conocimiento de problemas, sino en el desarrollo de un estilo científico-tecnológico indisolublemente unido sobre todo al desarrollo y liberación de los sectores mayoritarios, de menores recursos y excluidos, para su debida implementación y el desenvolvimiento armónico de la Nación, poniendo al mismo nivel el valor de la “excelencia” con el valor del “servicio y compromiso”. Es decir lo que podríamos llamar: procesos de “ investigación-acción” con su compleja tarea interdisciplinaria de interfase e innovación cuando se dirige a sectores con formación técnica y de gestión elementales, como por ejemplo sucede con el sector que nos convoca, el del “hábitat popular”.

Todo esto ha de implicar la participación activa y creciente en la transformación del país y del futuro, pensados desde siempre en un esquema liberal egoísta, que transita por una recurrente política funcional al sistema, acentuando improvisación en los grandes ejes de desarrollo, aunque de frondosa producción de reglamentaciones y directivas burocráticas (de lo cual no escapan las Universidades y el CONICET). Procedimientos que todo lo traban…” poniendo a la carreta delante de los bueyes”…algo así como distrayéndonos para mantener el stato-quo, y que, bajo sucesivos “maquillajes”, se confundan “objetivos” con “buenas intenciones”… para que nada cambie.

Para terminar, siguiendo a Ghandi y a Schumacher, es necesario encarar urgentemente, con optimismo y entusiasmo, nuestra contribución a un realista desarrollo del conocimiento y generación de tecnologías apropiadas y apropiables, es decir tecnologías de función social y ecológica.

Debemos reafirmar, pues, y reorientar nuestro sistema de CyT, devolviendo al pueblo que lo sostiene, el rédito correspondiente a la solución de sus problemas prioritarios, colaborando en afirmar los cambios necesarios para nuestra participación efectiva en la búsqueda y construcción de un mundo mejor.

Arquitecto Horacio Berretta
Investigador Superior de CONICET
Presidente Honorario de AVE

Córdoba, 17 de septiembre de 2008.

Notas:
1) Mahatma Ghandi
2) Francois Perroux (Paulo VI: Populorum Progressio)
3) Grupo de Gestión de Políticas en Ciencia y Técnica, citando a Enrique Martinez-INTI, Página/12, 13-07-08.
4) Grupo de Gestión de Políticas en Ciencia y Técnica, citando a Rosendo Navarro, Página/12, 28-07-08.
5) Martín Maldonado. SEHAS.
6) “Se ha comprobado en América Latina que, de la publicación de 200 “papers” en las mejores revistas científicas internacionales, que produjeron 517 patentes, todas en países desarrollados, pero que no involucraron a los investigadores originales” (Ministro de CyT Lino Barañao).
Este texto se difunde a: Presidencia de la Nación, Jefatura de Gabinete, Ministerios de Educación, Salud, Defensa, Cancillería, Ciencia y Tecnología, Ministerios de Salud Provinciales, ANMAT, Diputados y Senadores Nacionales, Legisladores y Funcionarios Provinciales y C.A.B.A., Academias Nacionales, Instituciones del Sector CyT (INTA, INTI, CNEA, CONICET, SEGEMAR, CONAE, CITEFA, INIDEP, SENASA, INA, ANLIS-Malbrán, UTN), Facultades de Universidades Nacionales, ONG, Laboratorios de PPMV, etc).